Mis artículos en suite101.net

jueves, octubre 27, 2005

La vereda La Quiebra una historia por contar (1)

Por aquellas vías polvorientas, empedradas, con casas de madera, tapia y bareque y otras un poco mas afortunadas de ladrillo y cemento han caminado abuelos, hijos y nietos de una historia que no se ha contado, la historia de tres, cuatro o tal vez cinco generaciones que han luchado por mas de cincuenta años a favor del desarrollo.

Era 1950 y doña Mercedes Marulanda una mujer de 25 años, casada con don Cipriano Antonio Ramírez y con tres hijos llegó con su familia en busca de tiempos mejores a la Estación La Quiebra, en el Municipio de Caldas , del ferrocarril de Antioquia dejando atrás su historia en Armenia a su padre y sus hermanos.

Ella recuerda que en este lugar había cuatro grandes casas, la estación donde vivían los jefes del ferrocarril, la finca familia Arboleda y la de la don Manuel Mesa que eran adinerados, y la casa de la familia Rodríguez y próximamente la casa de la familia Ramírez Marulanda que se ubicaría justo al frente de la Estación.

Ya ubicados don Antonio Ramírez empezó a trabajar como celador en la estación del ferrocarril, mientras ella se encargaba de los oficios domésticos al igual que las demás mujeres, debían lavar la ropa en una cascada que quedaba en lo profundo de la montaña y cargar el agua en baldes para el aseo, no había luz eléctrica por eso aprovechaban el día y utilizaban velas para las pocas horas de la noche en las que permanecían despiertos.

El sector se fue poblando lentamente, pero como la carretera a Amagá apenas empezaba la gente llegaba en Jeeps o camperos hasta La Tolva y desde allí hasta la que sería su casa debían cargar las cosas al hombro.

El único teléfono con el contaban desde entonces y por mucho tiempo era el de la Estación, esa era la única forma de comunicarse con el mundo exterior.

La familia Ramírez fue creciendo otros cinco hijos nacieron, entre tanto los mayores fueron llegando a la edad escolar, los ocho años, y al igual que los otros niños del sector debían buscar donde estudiar, sus únicas opciones eran el pueblo (Caldas) o Salinas una vereda construida hace poco así que se dividieron unos al pueblo y otros a la vereda, debían ir a estudiar todos los días, para aquel entonces no existían los uniformes y por falta de zapatos debían irse a “pie limpio” caminando tres o cinco kilómetros según fuera el caso por vías empedradas y pantanosas hasta llegar a la escuela.

Doña Mercedes Marulanda en vista de la necesidad que los niños del sector tenían para de una escuela cercana, entonces se comunicó con Laura Morales profesora de la escuela de Salinas y le pidió ayuda para cumplir el objetivo que se había trazado, ella le dijo que reuniera a la gente de la comunidad y formaran la Junta de acción comunal y así fue…

El 12 de Abril de 1964 se reunieron en una caseta al frente de la estación quedando formada por la Junta de Acción Comunal por primera vez así:

Cipriano Antonio Ramírez – Presidente
Moisés Holguín – Vicepresidente
Maria Mercedes Marulanda – Tesorera
Everardo Álvarez – Secretario
Pedro González – Fiscal
Alfonso Flórez - Suplente del fiscal
José Pavas y María Muriel de Flórez – Vocales

Nombrados frente a la junta directiva conformada por la Junta de Acción Comunal de Salinas, el presbítero Oscar Vélez y la alcaldesa Ligia Uribe de Gutiérrez.

Casi de inmediato el doctor William Vélez donó el terreno con el que se comenzó a construir la escuela.

Esta acción comunal pidió ayuda del instituto campesino quien aporto toda la mano de obra el ferrocarril presto los buldózer para transportar el material que fue sacado del sector.

Esta oportunidad se alcanzaron a hacer tres salones para primero, segundo y tercer grado.

En el año internacional de la mujer, 1975, doña Mercedes Marulanda fue nombrada presidenta de la Junta de Acción Comunal y empleó sus dos años de periodo reglamentario en terminar la escuela, hizo otros dos salones para cuarto y quinto, y logro ahí cumplir el sueño que tenía, ver a los niños de la vereda con educación primaria completa.

Mas adelante la familia Ramírez adoptó dos hijos al tiempo que el sector fue creciendo y que fueron llegando más habitantes.

No hay comentarios.: